¿Cuándo es necesaria la intervención quirúrgica en la rodilla del saltador?

¿Cuándo es necesaria la intervención quirúrgica en la rodilla del saltador?

La rodilla del saltador, también conocida como tendinitis rotuliana, es una lesión que afecta el tendón rotuliano, ubicado entre la rótula y la tibia. Es frecuente en deportistas que realizan saltos repetitivos, como jugadores de baloncesto, voleibol o atletas. Aunque en la mayoría de los casos se trata de manera conservadora con fisioterapia, ejercicios y reposo, en situaciones avanzadas donde hay una degeneración grave del tendón, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. En FisioClinics La Moraleja, te explicamos cuándo y por qué la cirugía es la mejor opción, así como el proceso de recuperación tras la intervención.

¿Qué es la rodilla del saltador y cómo evoluciona?

La rodilla del saltador se origina por una sobrecarga repetitiva del tendón rotuliano. Esto provoca microlesiones que, si no se tratan, pueden evolucionar hacia una tendinopatía crónica y, en casos extremos, hacia una rotura parcial o total del tendón.

Clasificación según gravedad

Grado 1: Dolor leve después del ejercicio.
Grado 2: Dolor durante y después del ejercicio, sin interferir con la actividad.
Grado 3: Dolor persistente que afecta la práctica deportiva y las actividades cotidianas.
Grado 4: Degeneración severa o rotura parcial/total del tendón, que requiere intervención quirúrgica.

La intervención quirúrgica suele considerarse en pacientes que han pasado por tratamientos conservadores sin éxito o presentan un daño estructural importante.

¿Cuándo es necesaria la cirugía?

La cirugía se recomienda cuando:

  • Existe una rotura parcial o total del tendón rotuliano.
  • El tratamiento conservador (fisioterapia, reposo, antiinflamatorios) ha sido ineficaz tras 6-12 meses.
  • Hay una degeneración grave (tendinosis), evidenciada mediante ecografía o resonancia magnética.
  • El dolor es constante e impide realizar actividades cotidianas o deportivas.
  • Se observa un engrosamiento significativo del tendón, acompañado de pérdida de fuerza.

La decisión de intervenir quirúrgicamente debe ser tomada por un traumatólogo especialista tras una valoración completa del paciente y una discusión de los riesgos y beneficios.

Tipos de intervención quirúrgica

Dependiendo del grado de lesión y del daño en el tendón, se pueden realizar diferentes tipos de cirugía:

1. Cirugía abierta

  • Se realiza una incisión sobre el tendón afectado.
  • Se eliminan las zonas de tejido degenerado y se repara el tendón.
  • Es utilizada en casos de roturas parciales o totales.

2. Cirugía artroscópica

  • Se realiza mediante pequeñas incisiones y el uso de una cámara (artroscopio).
  • Se eliminan las áreas degeneradas del tendón y se estimula la regeneración tisular.
  • Es menos invasiva y permite una recuperación más rápida.

3. Tenotomía percutánea

  • Consiste en realizar microperforaciones en el tendón para estimular su cicatrización.
  • Es utilizada en casos de tendinopatía crónica sin rotura.
  • El proceso de recuperación tras la cirugía

La recuperación de la rodilla del saltador tras una intervención quirúrgica es un proceso progresivo que puede durar entre 4 y 6 meses. La fisioterapia postoperatoria es clave para garantizar el éxito de la intervención.

Fases de la recuperación

1. Fase inicial (0-2 semanas)

Objetivo: Reducción del dolor e inflamación.

  • Uso de crioterapia (aplicación de hielo).
  • Movilización pasiva de la rodilla para mantener el rango de movimiento.
  • Reposo y uso de muletas para evitar cargar peso.

2. Fase intermedia (3-6 semanas)

Objetivo: Recuperar la movilidad articular y prevenir la atrofia muscular.

  • Ejercicios de movilidad activa sin carga.
  • Introducción progresiva de electroterapia para estimular los músculos del cuádriceps.
  • Ejercicios de propiocepción para mejorar el control y la estabilidad de la rodilla.

3. Fase avanzada (7-12 semanas)

Objetivo: Fortalecimiento muscular y reeducación funcional.

  • Ejercicios de fortalecimiento excéntrico del cuádriceps.
  • Trabajo de equilibrio y estabilidad sobre superficies inestables.
  • Reintroducción progresiva de ejercicios funcionales específicos del deporte.

4. Fase final (3-6 meses)

Objetivo: Retorno a la actividad deportiva.

  • Ejercicios de impacto controlado como saltos suaves.
  • Trabajo de resistencia para evitar recaídas.
  • Valoración del rendimiento funcional antes de retomar el deporte.

Consejos para evitar recaídas tras la cirugía

  • Mantén un programa de fortalecimiento muscular constante.
  • Realiza ejercicios de propiocepción para estabilizar la rodilla.
  • Evita aumentos bruscos en la carga de entrenamiento.
  • Utiliza calzado adecuado para absorber los impactos.
  • Escucha tu cuerpo y evita el sobreentrenamiento.

Conclusión

La intervención quirúrgica en la rodilla del saltador es necesaria cuando el tendón rotuliano presenta roturas parciales, totales o degeneración crónica y los tratamientos conservadores no han sido efectivos. La cirugía, junto con una rehabilitación fisioterapéutica estructurada, permite al paciente recuperar la funcionalidad de la rodilla y volver a su actividad habitual. En FisioClinics La Moraleja, diseñamos programas personalizados para guiarte en tu recuperación postoperatoria y evitar futuras recaídas. Si sufres de una rodilla del saltador persistente, no dudes en consultarnos. ¡Tu recuperación está en las mejores manos!

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