Tratamientos no quirúrgicos para las calcificaciones en las articulaciones

Tratamientos no quirúrgicos para las calcificaciones en las articulaciones

Las calcificaciones articulares, también conocidas como tendinitis calcificante o depósitos de calcio intraarticulares, son una causa común de dolor, inflamación y limitación del movimiento. Estas acumulaciones de calcio en tendones o cápsulas articulares, especialmente frecuentes en el hombro, la cadera o la rodilla, pueden interferir en la funcionalidad y la calidad de vida de quien las padece. Afortunadamente, existen tratamientos no quirúrgicos eficaces que pueden aliviar los síntomas, mejorar la movilidad y evitar la necesidad de intervenciones invasivas. En Fisioclinics La Moraleja, aplicamos un enfoque integral en Fisioterapia para tratar estas dolencias de forma conservadora y personalizada.

¿Qué son las calcificaciones articulares?

Las calcificaciones articulares se producen cuando se acumulan depósitos de sales de calcio, generalmente hidroxiapatita, en los tendones o tejidos blandos alrededor de una articulación. Aunque pueden ser asintomáticas, en muchos casos provocan:

  • Dolor agudo o crónico.
  • Inflamación localizada.
  • Limitación de movimiento.
  • Sensación de rigidez.
  • Episodios de inflamación aguda (fase reabsortiva).

Las más comunes son:

  • Tendinitis calcificante del manguito rotador (hombro).
  • Calcificaciones en el tendón glúteo medio (cadera).
  • Calcificaciones en los tendones rotulianos o aquilianos.

¿Cuándo es posible evitar la cirugía?

La cirugía se reserva para casos muy avanzados, dolorosos o resistentes. En la mayoría de los pacientes, un tratamiento conservador bien estructurado permite:

  • Aliviar el dolor.
  • Disminuir la inflamación.
  • Favorecer la reabsorción espontánea del calcio.
  • Recuperar la funcionalidad de la articulación.

En Fisioclinics La Moraleja, evaluamos cada caso de forma individual para seleccionar las terapias más adecuadas.

Tratamientos no quirúrgicos más efectivos

1. Fisioterapia especializada

Es la base del tratamiento conservador. Incluye:

  • Terapia manual para reducir la tensión muscular y mejorar la movilidad.
  • Movilizaciones articulares suaves para mantener el rango de movimiento.
  • Ejercicio terapéutico para fortalecer la musculatura que estabiliza la articulación.
  • Reeducación del gesto en caso de deportistas o personas con movimientos repetitivos.

2. Ondas de choque

Un tratamiento muy eficaz en calcificaciones:

  • Estimula la reabsorción del depósito cálcico.
  • Mejora el riego sanguíneo y la oxigenación de los tejidos.
  • Disminuye la inflamación y el dolor.
  • Se realiza en varias sesiones, con resultados notables en pocas semanas.

3. Electroterapia y tecarterapia

  • Aplicación de corrientes analgésicas y antiinflamatorias.
  • Favorecen la recuperación en fases agudas.
  • Ayudan a preparar el tejido para el ejercicio.

4. Crioterapia y termoterapia

  • Frío local en fases inflamatorias para reducir el dolor.
  • Calor terapéutico para relajar músculos y mejorar el metabolismo local.

5. Punción seca o neuromodulación (según el caso)

  • Indicadas si existe contractura muscular asociada o dolor miofascial.
  • Relajan puntos gatillo que pueden agravar el cuadro clínico.

6. Educación terapéutica y ergonomía

  • Identificamos y corregimos hábitos posturales o gestos repetitivos que favorecen la aparición o persistencia de calcificaciones.
  • Enseñamos al paciente cómo adaptar sus actividades sin forzar la articulación afectada.

¿Cuánto dura el tratamiento conservador?

Depende de varios factores:

  • Tamaño y localización de la calcificación.
  • Tiempo de evolución.
  • Edad y nivel de actividad del paciente.
  • Presencia o no de fase inflamatoria activa.

Generalmente, se establecen planes de tratamiento de 6 a 8 semanas, reevaluando la evolución cada 2 o 3 sesiones.

¿Cuándo consultar a un fisioterapeuta?

Es recomendable acudir si presentas:

  • Dolor articular persistente, especialmente al mover el brazo, la pierna o cargar peso.
  • Diagnóstico por imagen de tendinitis calcificante.
  • Limitación de movimiento sin causa aparente.
  • Recaídas frecuentes tras tratamientos antiinflamatorios.
  • Interés en evitar una cirugía o mejorar la función tras una infiltración.

En Fisioclinics La Moraleja te ofrecemos un enfoque no invasivo, basado en la evidencia científica y adaptado a tus necesidades personales.

Conclusión

Las calcificaciones articulares no siempre requieren cirugía. Con un tratamiento no quirúrgico adecuado, es posible aliviar el dolor, recuperar la movilidad y prevenir futuras recaídas. La fisioterapia, junto con otras terapias complementarias como las ondas de choque y la educación postural, ofrece excelentes resultados en la mayoría de los casos. En Fisioclinics La Moraleja contamos con un equipo experto que te ayudará a recuperar el control de tu cuerpo sin necesidad de intervenciones invasivas. Si te han diagnosticado una calcificación articular o sientes dolor persistente en una articulación, consúltanos: te ayudaremos a encontrar la solución más adecuada para ti.

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